FUGAZ. Retazos de vida, fragmentos de sueños

TRISTEZA

—Entonces es cierto lo que me contaba el abuelo. Las almas siguen viviendo.

—No perdamos el tiempo. Dime.

—¿Qué debo hacer, mamá? Antes, cuando vivías, me echabas las cartas y siempre acertabas.

—Ya no tengo las cartas. ¿Estás triste?

—Mucho. Jamás había cargado con este sentimiento.

—Tienes que aguantar, la tristeza no dura siempre.

—¿Y si muero antes de superarla? La vida es injusta.

—Si mueres nada importa. La vida es injusta pero fugaz. 

—Dime qué debo hacer.

—Lo que te dicte la conciencia. 

—Dímelo tú, por favor.

—Ya no importa. No me escuchaste en su momento.

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