NOCHE
Llega la primavera y afronto el futuro. Decido poner el apartamento a la venta. Si consigo un comprador, me haré con un piso pequeño. Ha de estar cercano a mi ciudad de siempre. No en la misma ciudad. Cuestión de precio.
He ratificado que soy urbanita. La contemplación diaria de la espléndida
perspectiva del mar, desde la colina donde habito, se ha convertido en una foto
fija. La mutación se reduce al cambio de
tonalidades en el transcurso de la jornada, desde la salida del sol a la noche
cerrada. Entonces las luces hacen del pueblo un mapa indescifrable.
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