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viernes, 28 de septiembre de 2018

BURBUJA




 
 
He conseguido establecer las motivaciones básicas del ser humano en lo alto de la escala social. Me refiero al ser humano español, pues me pilla más cerca. A nivel político, hombres y mujeres buscan mantenerse en sus cargos el mayor tiempo posible, con el fin de reducir las desigualdades promoviendo una sociedad más justa.
En el plano eclesial, se pretende impregnar a los feligreses de espiritualidad, evitando el materialismo y la concupiscencia que no conducen a nada bueno más allá del bienestar y del placer. La tarea de los clérigos consiste en imprimir los ideales religiosos desde la más tierna infancia. La frase “dejad que los niños se acerquen a mí” resulta paradigmática, aunque en ciertos casos la proximidad se les pueda ir de las manos. Nunca mejor dicho.
En tercer lugar, la clase empresarial, motor del progreso y de la riqueza, tanto por parte de las grandes empresas como de las pymes. Más correcto sería definirlas como pomes (no se puede ser mediana y pequeña al tiempo, hay que concretar la dimensión). Pymes o pomes, generan la mayor parte del empleo, precario y mal pagado en estos momentos. Hay lo que hay, no le demos más vueltas. Al menos los menores ya no trabajan en las minas.
Si tuviera que establecer un nexo común entre las tres estructuras, no sería tanto su capacidad de influencia como el hecho de que ninguno de sus integrantes sufre el problema de la vivienda. Desde el presidente del Gobierno al más humilde párroco rural, pasando por el promotor que se queda los áticos para sus hijos, la recurrente burbuja especulativa no les afecta.
A mí sí me afecta, y a cantidad de mis parientes y amigos. No hemos sabido situarnos en ninguno de los tres poderes. Así nos va.
Llevo tiempo buscando habitáculo en una gran ciudad. Descartada la compra, por causas sólo imputables a mi bolsillo, me he lanzado a la caza de un piso digno en alquiler. Digno pero pequeño, pues no me alcanza para más.
No saturaré al lector con mis vistas permanentes a portales especializados. Ni con el torrente de sugerencias que de ellos me han llegado. Un anunció llamó poderosamente mi atención y pedí de inmediato una cita. Los chollos vuelan.
“Estudio muy luminoso y acogedor en zona muy bien comunicada. Sin habitación, 28 m2 construidos. Altillo con escalera plegable, que permite acceder a un espacio adicional y abuhardillado de 8 m2, perfectamente utilizable como dormitorio. Ideal para parejitas que valoren la intimidad en su sentido más literal. Por ello no precisa calefacción. Aire condicionado a que se abran las ventanas. Cocina integrada, que permite disfrutar de los aromas gastronómicos sin barreras arquitectónicas. Cuarto de baño con plato de ducha muy adecuado para vivir estrechamente los preludios amorosos. 750 euros al mes con dos de fianza y uno como comisión de agencia. Imprescindible aportar nómina”.
Al cabo de dos horas de espera en la cola, que llegaba desde el portal al tercer piso sin ascensor, el luminoso estudio entró en subasta como una lonja de pesca inmobiliaria. Cuando me llegó el turno, se pedían 950 euros. Me sorprendió que el inmueble no dispusiera de mesa de comedor ni de sillas. Este fue el argumento de la agente inmobiliaria:
—Hemos conseguido el óptimo minimalismo. La taza del WC es de dos plazas y multifuncional. Situada frente al televisor, que puede utilizarse como espejo cuando está apagado, permite llevar a cabo todas las funciones de la vida cotidiana: comidas, lectura, entretenimiento, necesidades fisiológicas…
Estaba a punto de firmar el contrato, cuando un joven hipster se me anticipó con 3.000 euros en billetes de 200.
 

sábado, 1 de septiembre de 2018

SE NOS ESTÁ YENDO (TODO) DE LAS MANOS






















Si una frase define la actualidad sociopolítica es “se nos está yendo de las manos”. Así, con su gerundio detestable. Nada de “se nos va de las manos”. Yendo y yendo. 
¿Y qué es lo que escapa a nuestro control manual?, se preguntará el lector. La respuesta es abrumadora: todoAbsolutamente todo, para ser más exacto. Pensemos en lo primero que se nos ocurra. Propongo el conflicto entre Cataluña y el resto de España –o entre Catalunya y Espanya, según otra perspectiva–. 
El lío se remonta a 1715, cuando Felipe V –que no es el padre de Felipe VI, aunque lo parezca, porque las dinastías reales son caprichosas en la adjudicación de los números ordinales– masacra los derechos forales de los catalanes con la intención de exterminarlos. Esta tesis no es mía, sino de un colaborador del periódico digital nacional.cat. E intenta exterminarlos, subraya el articulista, porque no sólo se rebelan contra el absolutismo borbónico, sino que se atreven a actuar como una república soberana.
Les suena, ¿cierto? De 1715 a 2018 han transcurrido 303 años y sólo registramos dos Felipes frente a once presidentes de la Generalitat sistemáticamente ninguneados. No escarmentaremos en los 303 años que vienen a continuación, con sus correspondientes Diadas reivindicativas. Así que ya pueden unionistas e independentistas calmar sus ardores patrióticos y armarse de paciencia. Queda matraca por ambas partes para aburrir a varias generaciones. 
También se nos está yendo de las manos el problema de la inmigración ilegal, cuya consecuencia colateral, el top manta,obliga a nativos y turistas a deambular a saltos por las aceras de las principales ciudades, so pena de pisotear falsificaciones de primeras marcas fabricadas en remotos lugares de la inmensa China. 
Pablo Casado, flamante presidente del Partido Popular, ha dado la voz de alarma en pleno estío, expresando el sentir de muchos acróbatas a su pesar: “Hay 50 millones de inmigrantes recabando dinero para poder hacer la ruta a través de España”. Si esto es cierto, ni dotando a cada transeúnte de una pértiga podrá conseguir el gobierno que los españoles recuperemos las calles. O frenamos el exceso de gadgets en el pavimento, o las compañías de seguros no darán abasto en indemnizar accidentes in itinere
Sobre el déficit y deuda pública disparados, o el complejo encaje de las pensiones en los Presupuestos Generales del Estado, prefiero guardar silencio. Soy de letras y las macrocifras me producen sudores fríos. Podría analizar el turismo salvaje made in Britain en Magaluf, o los sueldos desorbitados en las cúpulas de Ibex-35, pero prefiero animar a que los partidos progresistas reduzcan la brecha entre favorecidos y desfavorecidos, en lugar de repartirse cargos-chollo o comprarse casoplones sin freno ni medida. Parafraseando a Lenin, “el consumismo es la enfermedad infantil del izquierdismo”.
Resulta cada vez más difícil a los pobres llegar a fin de mes. Está comprobado científicamente y no significa que vaya a aumentar la mortalidad del proletariado a partir de la segunda o tercera semana de septiembre, pues entonces se daría la paradoja de que disminuiría el número de pobres sin necesidad de subvenciones públicas. Las desigualdades se rebajarían por pura estadística. 
Muchos sociólogos entre quienes no me encuentro, pues no soy sociólogo, sostienen que tanto desmadre nos lleva hacia el estallido social. ¿Se evitaría si el gobierno de Pedro Sánchez diera otro golpe de magia y estableciera por decreto-ley los meses de 15 días? No me atrevo a afirmarlo, o esta crónica acabaría yéndoseme de las manos.

viernes, 22 de junio de 2018

`SORAYOS´ CONTRA `COSPEDALES´






Mientras Mariano Rajoy disfruta un merecido descanso entre registro y registro de propiedades (playita, paellita, purito, siestita, dominó), en el PP se ha abierto la sucesión. La cuota femenina está en minoría de dos a cinco, pero ambas aspirantes son pesas pesadas. Lo cual promete fuertes emociones en paralelo al Mundial de Rusia. De partido político a partidos de fútbol, se abren apuestas.
Los comprensivos lectores perdonarán que no escarbe en los contrincantes. Consciente de mi irrelevancia, recurriré como siempre a un experto.  
Galdonfo Lambrusco es politólogo y coach de dirigentes insaciables. Ha trabajado en diversas empresas multinacionales, de las que ha sido sistemáticamente despedido. Esta circunstancia me permite negociar la entrevista a la baja. En lugar de repartir la retribución, le invito a cervezas y a una de calamares en una típica tasca madrileña de las que ya no quedan. El encuentro se produce justo cuando se ha cerrado el plazo para la presentación de candidaturas.
Su profesión anterior fue analista clínico. Descubrió entonces que los fluidos humanos y las heces ocultan las claves de la condición humana.

Pregunta: ¿Cuchillos afilados, juegos florales, pactos y traiciones…? ¿Cómo lo ves, Gandolfo?
Respuesta: Como una síntesis de todo eso. Lo más parecido a un juego de tronos sin baño de sangre.
P: ¿Crees que las fuerzas están equilibradas?
R: Ni de coña. Hay dos protagonistas femeninas, dos actores secundarios y tres figurantes que van a ver lo que pillan. Autoeliminado Núñez Feijóo, los nostálgicos lloran la ausencia de un líder gallego desde 1939.
P: Empecemos por los extras.
R: Si te soy sincero, no he tenido tiempo de documentarme sobre García Hernández, Bayo y Cabanes. Lo mío es el coachingde primer nivel. Ambos se apuntarán a yegua ganadora y me disculpo por el desafortunado símil.
P: ¿Descartas a Pablo Casado y José Manuel García-Margallo, políticos relevantes?
R: Casado sufrirá un mastericidio sistemático tipo Cifuentes, procedente del fuego amigo. En cuanto a Margallo, su papel se reduce al de mosca cojonera de quien todos sabemos. 
P: No cojonera precisamente.
R: Tendría que buscar el equivalente femenino, pero no me meteré en charcos sexistas. El factor más importante es la nomenclatura de los respectivos followers en cada candidatura.
P: ¿Puedes explicarte mejor?
R: Lo intentaré. Están muy definidos los sorayos y los cospedales. Estos últimos con resonancias ciclistas, sinónimo de esfuerzo deportivo. Los margallos pueden tener un pase.¿Pero los casados? Pablo se arriesga a que cualquier competidor reivindique a los solteros, y se cargue sus expectativas. Sigo sin opinar sobre los otros tres. Intuyo que tienen menos seguidores que un tuitero muerto.
P: ¿De la Serna hubiese sido digno contendiente?
R: Ha acertado retirándose. Imagina que un gracioso difunde en las redes el término sernosos. Devastador para su imagen pública.
P: Nos centramos entonces en Santamaría y Cospedal. ¿Qué las aconsejarías desde tu dilatada experiencia?
R: Un eslogan-fuerza. Soraya puede arrastrar muchos votos recurriendo a aquella emperatriz persa del mismo nombre: Pon una princesita en tu presidencia. Combina las cualidades de lo monárquico y lo republicano. Visión de futuro.
P: ¿Y a María Dolores?
R: Que considere el impacto negativo de su nombre en el ámbito internacional. En especial de cara a la jefatura del Gobierno. En español como en cualquier otro idioma es sinónimo de trauma. Para superar este hándicap no hay nada mejor que No me llames Dolores, llámame Lola.
P: ¿Te atreves a un pronóstico?
R: No, que luego vas y lo publicas.

domingo, 10 de junio de 2018

LA MALDICIÓN DE LOEWE




















Mucho se ha publicado sobre el bolso de la exvicepresidenta del Gobierno, ocupando el escaño de su expresidente y del de todos los españoles, que son el mismo. Pero las referencias se han reducido a comentarios más o menos mordaces. Tal vez debido a las urgencias del trabajo informativo, no se han destacado los aspectos metafísicos del hecho.
Afortunadamente he tenido tiempo suficiente para desentrañarlos. Tras una búsqueda incesante de referencias en Internet, he encontrado el link a un ensayo descatalogado: Psicopatología del bolso. El título recuerda sospechosamente a la Psicopatología de la vida cotidiana del insigne Sigmund Freud. Obra centrada en los olvidos y en los lapsus inconscientes de la gente común, premeditados en el lenguaje de los políticos.  
Combinando ambos textos, porque el monográfico sobre bolsos tiene poco recorrido, se infiere que la ubicación del lujoso loewe amazona de Soraya Sáenz de Santamaría tenía las mismas intenciones que cuando un bolso de polipiel falsificado se deja en el asiento de un espectáculo público: señalar que la pareja de la propietaria no renuncia a la plaza conquistada, y que únicamente se ha ausentado por causas fisiológicas o de otra índole.
En el caso del Congreso de los Diputados, es factible que el temor instintivo de la exmujer más poderosa de España radicara en que un intruso como Pedro Sánchez usurpara el sillón, rematando la moción de censura de manera abusiva y sin haber sido elegido por nadie.
Cabe otra interpretación, y esta procede de la veterana feminista australiana Germaine Greer, quien escribe en La mujer completa: “¿Por qué las mujeres llevan bolsos y por qué éstos a menudo pesan tanto? (…) ¿El bolso es como un útero exterior, la representación externa de una carga innominable?”. El propio Freud comparó los bolsos con los órganos sexuales femeninos.
Desde esta perspectiva simbólica, podría relacionarse la ausencia de Rajoy con su retorno al útero materno. Cuando el hombre se sume en la desdicha, golpeado por un destino cruel e inesperado, intenta refugiarse metafóricamente allí donde estuvo al abrigo de todas las inclemencias durante nueve meses, si es que no fue sietemesino. 
El bolso uterino ha sido compatible con una comida-merienda-cena en un céntrico restaurante madrileño. Según algunos periodistas de investigación, el expresidente pidió, como plato principal, solomillo de vaca rubia gallega en brasas. Nuevo simbolismo sobre su morriña hacia la tierra que le vio nacer. Sería extraordinario que la piel con la que se fabricó el loewe amazona proceda de la misma res que marcó el descalabro de la bancada azul.
Hay precedentes. No parece casual que los bolsos de esta firma acumulen una tradición siniestra de ceses y dimisiones que han afectado a figuras del Partido Popular. Desencadenaron la decadencia de Rita Barberá, cuando aseguró que era habitual el regalo de un louis vuitton a las mujeres con cargo político (ojo al dato: la multinacional francesa de lujo compró la empresa española en 1996).
Y hace dos años que Ana Hermoso, exalcaldesa popular del pueblo sevillano de Bormujos negó ante la juez Alaya que la posesión de su bolso loewe demostrara un cohecho. Muy al contrario, según sostuvo entre lágrimas, se lo había regalado su novio. Un empresario ligado al PP.  
Por cierto, si hay personas interesadas en un artículo opulento como el de la exvicepresidenta, pueden encontrarlo de segunda mano en el portal Vibbo. Ahorrarán más de un 60% sobre los 2.000 euros del original. Es conveniente que no crean en las sincronicidades funestas. Sobre todo, que no se dediquen a la política.

viernes, 25 de mayo de 2018

QUIMTERAPIA


















Han transcurrido unos quince días desde que Carles Puigdemont nombrara al nuevo president de la Generalitat de Catalunya. Dado que el designante mantiene el mismo cargo del sucesor, se produce una bicefalia aguda que provoca doble dolor de cabeza a unionistas y secesionistas, inmersos en un procés interminable que celebrará su 304 aniversario el próximo 11 de septiembre… y lo que te rondaré, Moreneta
Evitaré cualquier juicio a favor o en contra de Quim Torra i Pla. Bastantes sentimientos de repulsa o de fervor suscita el hombre, como para que mi tecla contribuya a agravar los enfrentamientos civiles por un quítame allá esas cruces amarillas en la playa.
Animo a los interesados en el pensamiento sintético de Torra, y que no tengan tiempo para zambullirse en su profusa obra literaria, a que pinchen aquí. Encontrarán su perfil tuitero. Pero no se hagan ilusiones. Los mensajes vitriólicos se han evaporado, a causa de la cura de continencia que suele afectar a los líderes impulsivos cuando tocan poder. 
¡Tantos de ellos pasan de Sancho el Bravo a Sancho el Fuerte para acabar en Sancho Panza! O como he leído, precisamente en Twitter, aunque no me lo creo: “Si alguna de las cosas que escribí en Mein Kampf  ha ofendido a algún judío, pido disculpas porque no era esa mi intención”.
Lo más agresivo que ha declarado el copresident desde su investidura ha sido (traduzco): “Pronto desde el Estado llamarán a mi mujer para decirle lo que tengo que cenar”. Tampoco justificaría que le cite el juez Llarena en calidad de investigado, ni que Torra se declarase en huelga de hambre. 
Siempre caben el diálogo y la negociación. El Estado podría liberar a Carola Miró de los fogones, elegir los menús en el restaurante de Carme Ruscalleda (tres estrellas Michelin), y pagarlos con cargo al Fondo de Liquidez Autonómica. La pela es la pela.
Cuando más atascado estaba en la redacción de esta pieza (la equidistancia es enemiga de la inspiración), recibo una llamada de mi peluquero, Jean François de la Promenade. Su nombre auténtico es Paco Fernández López, pero un esteticista debe renegar de su identidad para hacerse valer. Es un experto en tratamientos dermatológicos de la clase dirigente, y me aporta la exclusiva que echaba de menos.
—Entre tanto mareo político —me dice de golpe—, hay un detalle que nadie ha hecho notar sobre Quim Torra. Debería hacérselo mirar por cuestiones glamurosas. Es una cuestión de piel. 
—No frivolices, Jota Efe. En ningún caso voy a ejercer ese periodismo del famoseo que tanto pone a tus clientas.  
—Estás muy equivocado —replica—. Donald Trump mima la epidermis y ha ganado millones de votos con su coloración zanahoria. El cutis del president también debe cuidarse, y yo estaría dispuesto a hacerlo en aras de la convivencia.
—Explícate mejor —le apremio.
—¿No te has fijado en esos carrillos color café con leche, que parecen oscurecerse justo cuando declama con tono suave y condescendiente? 
—Bueno, sí —respondo desconcertado— ¿Y qué importancia tiene para un dirigente con profundas convicciones?
—Mucha importancia. Se deben a un melasma malar; en cristiano, una hiperpigmentación que afecta a los mofletes. Es frecuente en latinos, mulatos y mestizos. Altera la piel y puede provocar un impacto psicoemocional y social nada deseable. 
—Ahora sí te entiendo, Jean François. Y más teniendo en cuenta que citas etnias manifiestamente inferiores.  
—Ahí le has dado. Si me facilitas el contacto, tengo un tratamiento con láser que pondrá su rostro como el de un bebé rubio y de ojos azules.
—Veré que puedo hacer, pero no te prometo nada —termino para rematar la crónica.

viernes, 11 de mayo de 2018

ESE MONSTRUO QUE NOS HABITA














Ese monstruo o esa monstrua, faltaría más. Hablo por propia experiencia Pues quien esto escribe reside dentro de otra persona como un alienígena. O ese alien habita dentro de mí, vete a saber. 

A causa de ello es frecuente la tribulación que embarga a los vecinos de un asesino en serie cuando los entrevistan para el telediario y disfrutan sus 20 segundos de fama. 

—Aún no puedo creerlo. Era una persona sensible, pacífica, incapaz de matar a una mosca —afirman atónitos, luego de descubrirse el undécimo cadáver descuartizado que ha llevado a la detención del presunto criminal debido a las muestras de ADN. 

Obviamente los once cadáveres no eran de insectos dípteros. El delincuente era entomólogo y por lo tanto adoraba a las moscas. Los vecinos se han anclado en el recuerdo del inquilino educado, aunque de pocas palabras, con quien coincidían frecuentemente en el ascensor sin temer nunca por sus vidas. 

Cualquiera de nosotros ha conocido a ese amigo encantador que se evaporó de la peña tras pedir prestados 1.000 euros por cabeza sin que corriera la voz de alarma. Aquel colega llevaba años disimulando que llevaba un estafador dentro. Hasta que llegó su hora.

En un ámbito superior, debido a sus altas responsabilidades y a sus decisiones que nunca pasan inadvertidas, muchos cargos públicos no dejan de sorprendernos con su doble personalidad. 

Para probar esta aseveración me baso en un informe que ha llegado a mis manos, a través de un encapuchado que vino a verme enviado por las cloacas del poder. Con el fin de preservar la intimidad de los investigados, se omiten los nombres completos (los apellidos sí aparecen). 

También abundan los anglicismos, que evitarán querellas por delitos de injurias, calumnias o prevaricación. Ya se sabe que el inglés no es patrimonio de los españoles.

Veamos ocho muestras de trastornos disociativos entre los poderosos, conectadas con las últimas noticias. Primero, en el plano internacional con dos de sus dos figuras más emblemáticas.

Como excepción a la regla, la verificación de que todos llevamos una bestia dentro se quiebra en el caso de D. TrumpÉl lleva the beast outside y no lo disimula en las social networks

Por su parte, V. Putin enmascara a un Tsar of all the Russias, que se mantiene en el trono gracias a su Foreign Intelligence Service (antes KGB) y al dominio de las fake news

En el ámbito nacional, C. Cifuentes portaba una fashion victim en su interior, a la par que una invisible friend para presentarse a los examinations

Desde la cuna, C. Puigdemont alberga en sus entrañas a un very honorable president, lo que explica su obstinación infantil para que no le sea extirpated by article 155.

Bajo su apariencia angelical, A. Rivera esconde a un political killer, capaz de infligir a Vargas Llosa & Preysler un implacable desgaste como mayors of Madrid, dada su avanzada edad.

P. Iglesias oculta detrás de sus discursos contra la casta, a un auténtico devourer of leaders, que podría llevarle a ser el only member de su partido.

Tras la fachada de su apostura masculina, P. Sánchez encubre a un terminator o humanoid robot, especializado en aniquilar a la old guard y a sus acólitos.

En lo más profundo de su mente liberal, M. Rajoy cobija a un sadistic tyrannical. La diferencia entre ambos es que el visible prime minister abraza a los condenados y besa a las condenadas, para que enseguida su otro yo ordene que los arrojen al foso de los leones.

Dispongo de muchos más ejemplos, pero ha llegado la hora de la merienda y mi personal cookie monster me azuza a tomar un café con leche y galletas.

viernes, 20 de abril de 2018

MÁSTER DEL UNIVERSO





























El affaire Cifuentes/Rey Juan Carlos (la universidad, no el monarca emérito), provocará nuevos daños en los ambientes académico y político. Así me lo asegura una fuente no del todo fiable, que prefiere el anonimato. 
Tal como solemos hacer, la fuente y yo nos hemos citado en el interior de un aparcamiento, a altas horas de la madrugada para evitar ser espiados. A distancia prudente, desde la penumbra, mi informador habla con voz apenas audible. No respondo en consecuencia de que esta transcripción se ajuste fielmente a lo escuchado. 
—Una de las primeras víctimas —comienza el misterioso filtrador— será José María Aznar. 
—¿También le han dado un máster por el morro? —inquiero, paladeando una exclusiva mundial para El Siglo. 
—Qué va —susurra la sombra—. Aznar no recibe los másteres, los vende. Hace cuatro años inauguró el Instituto Atlántico de Gobierno, adscrito a la Universidad Rey Juan Carlos. 
—No me dirás que también lo lleva Enrique Álvarez Conde, el benefactor de Cifuentes… 
—No —musita la garganta profunda—. Es una entidad de altos vuelos, donde se junta lo más granado del neoliberalismo. Empezando por Mario Vargas Llosa, que aparece allá donde le reclame el libre mercado capitalista y globalizador. Pero, claro, el IAG sufre la devaluación de todo chiringuito asociado a la URJC. De hecho, en su web no verás ninguna referencia a la relación con este alma mater en pena. El mayor perjuicio afecta al curso estrella: “Liderazgo, gobierno y gestión pública”. Cuesta 20.500 euros, pensión completa aparte para quienes vivan fuera de Madrid.   
(Con el fin de no agobiarte con la deslumbrante realidad del IAG, puedes pinchar aquí y sabrás de qué va el invento). 
—¿Qué pillas a cambio de esa pasta? ¿Un puesto destacado en las listas electorales del Partido Popular? 
—Pican más alto. Ya conoces la ruptura entre Mariano y José María. Por otra parte, como sigan así las cosas ni el número 1 del PP va a asegurarse el cargo. Como expresó en su día el diario ABC, en un alarde de objetividad: “Aznar ha alumbrado el Instituto Atlántico de Gobierno para que sus brillantes alumnos se breguen en Relaciones Internaciones y se curtan en lecciones de cómo dirigir la res publica. Es una más de las factorías de supremos gestores del planeta”. 
—O sea, un Máster del Universo —apunto—. Sí que lo tienen crudo con la chapuza de Cristina. Habrán de hacer una rebaja del 80%, o un 2x1 como en Carrefour. 
—Ahí le has dado, Julius. También ofertan títulos asequibles a cualquier bolsillo paterno. Por ejemplo, el “Curso de planificación y organización de campañas electorales”, por sólo 95 euros el título sin enmarcar. 
—Ideal para aprovechar la experiencia y magisterio de Correa, Crespo y “El Bigotes”. Lástima que estén en el trullo. 
—No hay problema para que lo impartan —susurra mi fuente—. Son diez lecciones, 100% online
—¿Algo más que deba saber? —pregunto, defraudado por la poca monta de las confidencias. 
—Apunta: José María Aznar Botella está entre los conferenciantes de un cursillo en el próximo mes de mayo, donde intervendrán sumergidos como Lucía Fígar y José Manuel Soria, al lado del emergente Pablo Casado. 
Me vienen a la mente algunas informaciones publicadas sobre las actividades del joven ejecutivo, asesor del fondo buitre Cerberus. 
—¿José María Jr. enseñará cómo comprar inmuebles a Bankia con un crédito de la propia entidad, y revenderlos utilizando los servicios de los empleados de Bankia? 
—¿Estás tonto o qué? Disertará sobre criptomonedas —responde, y se diluye entre las sombras. 
Me he apuntado, pagando con una transferencia de 1.500 euros en bitcoines. A ver si cuela.

sábado, 7 de abril de 2018

POSVERDADES COMO PUÑOS















Una de las amenazas más graves sobre los sistemas democráticos, tanto o más que el auge de los partidos populistas, es el pernicioso efecto que las redes sociales provocan sobre el libre albedrío de los ciudadanos y pueblerinos, alterando su capacidad de elegir tanto en política como en la compra del supermercado. 

Ahí reside el peligro de la posverdad. Posverdad es un término pedante para disfrazar la mentira de toda la vida. Antes la mentira circulaba a través de libelos escritos, con escasa difusión. Sus autores eran castigados con duras penas de prisión, cuando no con el exilio. 

En casos extremos les esperaba la muerte en diversas variantes: horca, decapitación, quema en plaza pública, etc. 

En la actualidad, las nuevas mentiras cabalgan en las redes sociales y llegan a millones de personas. A diferencia de las antiguas pueden alcanzar la categoría trending topic, premiando por tanto a sus difusorese influyendo decisivamente en el devenir de las naciones. 

Difusores que en lenguaje técnico se conocen como trolls. Según el profesor Metodio Jodorowsky, experto en etimologías enrevesadas, la palabreja procede de sueco at trolla, traducible por “hacer brujería”. Entre trolla y trola no hay más que una “l”. 

Mi farragosa introducción pretende situar a los lectores ante una realidad inmaterial, impalpable. A los pocos que la hayan soportado, dedico la parte más jugosa de este análisis, con tres ejemplos obtenidos de la rabiosa actualidad. 

Primero. El máster fantasma de Cristina Cifuentes. En una carnicería denunciada por la propia afectada, se ha acusado a la presidenta de la Comunidad de Madrid de que jamás lo estudió ni aprobó. Ahorro los detalles, sumamente conocidos. Y aclaro que la tal carnicería no es un establecimiento donde vendan alimentos en malas condiciones. 

Cifuentes se ha valido de soportes virtuales, como plasma y vídeo, para reforzar sus argumentos. 
Yo creo a Cristina Cifuentes y creo que ella se cree a sí misma. No es una trolera. Cuando alguien defiende con tanta tenacidad algo que no existe, ese algo llega a materializarse. Me apoyo en una cita indiscutible: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Juan 1:14). Carnicería, carne… definitivo. 

Segundo ejemplo, en el otro extremo del arco parlamentario. Irene Montero ha anunciado en Internet que espera mellizos, dos en concreto, fruto de su relación con Pablo Iglesias. Al contrario que a Cifuentes, nadie exigirá a la lideresa de Podemos que aporte pruebas físicas, como una ecografía. Se admite su testimonio sin más. 

¿A qué viene incluir este caso entre las posverdades? A que lo importante sucederá después del venturoso nacimiento. Imaginemos que los vástagos, el vástago y la vástaga, o las vástagas, se hacen de derechas cuando tengan uso de razón. O, algo más frecuente, que Montero e Iglesias experimenten una deriva hacia posiciones ideológicas conservadoras con el paso de los años, mientras que los niños, niña y niño, o niñas se mantienen fieles al ideario podemita; es decir, ni de derechas ni de izquierdas, sino transversales. 

Las redes arderían. Lo dejo para la reflexión. 

Me queda espacio para comentar un tercer suceso que ha conmovido a la opinión pública. Cuando los ministros Méndez de Vigo, Zoido y Catalá han cantado a coro “Soy el novio de la muerte” en la procesión del Cristo de la Buena Muerte en Málaga, suscitando una tormenta de memes en Twitter, lo decían en sentido figurado. No queda claro que la ministra Cospedal los haya acompañado a capela. Si así hubiera sido, constituiría un reconocimiento de transexualidad. (pincha aquí para juzgarlo).

viernes, 23 de marzo de 2018

CABREADOS Y CABREADAS
























No crean que el sentimiento generalizado de cabreo es cosa de los años más recientes, al coincidir con fenómenos tan dolorosos como los desahucios, la desigualdad retributiva de las mujeres, la precariedad laboral, el desempleo, o las pensiones indignas. 

El rebote, en su dimensión política, comenzó a tomar cuerpo hace justo 25 años, cuando se inscribió el partido Ciudadanos Agobiados y Cabreados (CAC) en el Ministerio del Interior. 

Mandaba por entonces en ese departamento el socialista José Luis Corcuera, célebre por la puesta en práctica de la Ley de Seguridad Ciudadana, a la que el ingenio popular apodó Ley de la Patada en la Puerta.

Un cuarto de siglo después, Corcuera ha dado un portazo al PSOE, valga la redundancia. El homólogo del PP en el cargo es Juan Ignacio Zoido, quien tiene la ingrata tarea de gestionar otra Ley, también llamada de Seguridad Ciudadana, a la que de nuevo la clase dirigida ha rebautizado como Ley Mordaza

A este paso llamarán a la próxima LSG, Ley de la Bota Malaya. O algo por el estilo, en plan tortura. 

El CAC sigue en la brecha. Pero, no nos engañemos, continúa sin comerse un colín a efectos electorales. Pues bien, puede haber llegado el momento en que salga de su letargo. No confundirlo con Ciudadanos a secas, la formación donde la cúpula está tan nutrida de guapas y de guapos que parece fruto del casting para un desfile en Madrid Fashion Week.  

Podrá objetarse que los sesudos José Manuel Villegas y Juan Carlos Girauta no responden a los cánones de apostura implantados en Cs. Pero, siguiendo al filósofo Francis Bacon, "la belleza está en los ojos que miran".   

Como dice mi vecina Azucena, quien no se dedica precisamente a sus labores, “yo a esos dos les alegraba las pajarillas”. Es innegable el morbo que despiertan los intelectuales en las rubias ligeras de cascos. Y que no me demanden las feministas, también bastante exasperadas últimamente. 

¿De qué estaba escribiendo? Ah, sí. Dada la oportunidad histórica que, desde mi punto de vista, se presenta a Ciudadanos Agobiados y Cabreados, he intentado enriquecer esta crónica con sus dirigentes, su programa y sus reivindicaciones. Incluso me planteaba una entrevista en profundidad con su líder carismático, suponiendo que existiera. 

Cero patatero, que diría Aznar. He chocado con un muro virtual. Ni en Google, ni en Wikipedia, ni en Youtube, ni en Facebook, ni en Twitter, principales fuentes informativas del cortaypega, he obtenido la más mínima documentación. Ni un artículo, ni una noticia, ni un selfie frente al Parlamento que les niega acceso. El único hallazgo ha sido el logo del partido: un pato haciendo una peineta (pincha aquí para verlo). 

Un pato cabreado no es indicio suficiente para calibrar en qué medida esta agrupación podría aglutinar los intereses de millones de personas humanas denigradas: las mujeres, los estafados, los parados, los pensionistas, los inmigrantes… De todos los colectivos, en suma, que cada mañana se levantan con la sensación de que las autoridades y los poderes fácticos los están tomando a choteo.  

Colectivos que se manifiestan masivamente en concentraciones más o menos espontáneas, alzando la voz contra el atropello y portando pancartas donde califican al presidente del Gobierno de todo menos de bonito. 

Si CAC no espabila y se hace visible, nos exponemos a que vengan un listillo y una listilla y pongan en marcha Ciudadanos y Ciudadanas Agobiados y Agobiadas y Cabreados y Cabreadas. 

Sería insufrible semejante abuso de la conjunción copuladora. Perdón, copulativa.

lunes, 12 de marzo de 2018

LA JUBILACIÓN DE RAJOY
























Las yayaflautas y los yayoflautos han dejado a los niños en las guarderías y  se han lanzado a las calles con un grito de guerra que compara el 0,25 por ciento de la subida en sus pensiones a una boñiga, con perdón de Báñez y de Montoro. 

Llevan prendido en el chaleco reflectante un lacito marrón, símbolo de esa materia fecal que, según ellos, les regala cada año Rajoy haciendo un esfuerzo presupuestario tan enorme como si sufriera estreñimiento y, finalmente, evacuara una cagarruta para cada jubilado. 

Pero se equivocan al zaherir al presidente del Gobierno, considerándolo ajeno a sus reivindicaciones. El jefe del Ejecutivo  cumplirá en breve 62 años y estará a cinco de abandonar la vida activa. O no. En cualquier caso deberá afrontar la tercera edad con sus ahorros. Y, como todo prohombre emérito, dispondrá de ciertas gabelas anejas a su brillante carrera. Al igual que cualquier abuelo de vecino. O no. 

Podría afirmarse que Rajoy ha de enfrentar una problemática similar a la de millones de contribuyentes llegados a la tercera edad. Cada mañana, luego de hacer las abluciones y otras necesidades propias de su rango, se contempla en el espejo y se dice a sí mismo con gesto afligido: 

“Miren ustedes, ya quisiera yo hacer como Felipe quien, entre 2004 y 2011, incrementó la pensión mínima de  jubilación a los 65 años en un 50,8 por ciento con cónyuge a cargo y un 36 por ciento para quienes no lo tenían. Pero los viejos españoles son cada vez más viejos y mucho españoles”. 
Viri, esa gran mujer que hay detrás de cada hombre grandote, le llama entonces desde el comedor para  atenuar melancolías tan galaicas. 

—¡Mariano, no te hagas mala sangre! ¡Ponte el chándal y ven, que se enfría el desayuno! 

Acude a la mesa meditabundo, sin poder alejar de la mente la obsesión que no le permite dormir más de ocho horas seguidas. Rumia sus preocupaciones mientras recorre, braceando airosamente a paso ligero, los pasillos monclovitas. 

Una vez a la mesa, el matrimonio sopesa los pros y los contras de la próxima jubilación. Como es bien sabido, Rajoy nunca se ha ocupado de las cuentas. Ni de las del partido, ni tan siquiera de las suyas. Pregunta a su cónyuge: 
—¿Crees, Viri, que tendremos lo suficiente para llegar a fin de mes? 

La esposa enciende la tablet y abre una hoja Excel. 
—A ver… las casas de Madrid, Pontevedra y Gran Canaria… La oficina de Pontevedra… Entre fondos, acciones y seguros, como 800.000 euros. Que yo sepa, Mariano. No habrás hecho la tontería de guardar algo en B. 

—Ni idea. Solo sé que todo lo que se ha publicado es falso, salvo una cosa. ¿Qué se te ocurre para llevar una vida digna? 

—Hombre, si quieres seguir sin trabajar demasiado tienes el Consejo de Estado y el Registro de Santa Pola. Aburrido pero seguro, y te puedes jubilar a los 70 años. 

—Mucho calor en Alicante, cariño. Prefiero la brisa atlántica. 

—Podríamos pasar el invierno allí y el resto del año entre Madrid y Pontevedra. Sacamos la tarjeta dorada de Renfe, y a viajar de punta a punta. 

—¿No sería mejor lo que aconseja Luis María Linde, vender inmuebles e invertir en activos financieros? 

—Ni se te ocurra, ¿te acuerdas de cuando Rodrigo se empeñaba en que liquidaras todo y compraras las preferentes de Caja Madrid porque te ibas a forrar y de paso dabas ejemplo a los españoles? 

—Qué razón tienes, cielo. Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo, beneficio político. 


—Ve a darte unas carreras por los jardines. Dentro de un rato tienes Consejo de Ministros y así aclaras ideas. Te veo algo espeso.

viernes, 23 de febrero de 2018

PATRIA, BANDERA, HIMNO









No entiendo a qué viene tanto revuelo en los medios con la letra que Marta Sánchez ha inventado para el himno nacional (pulsa para deleitarte).Da igual que sea una operación de marketing perfectamente programada o, como afirma la cantante madrileña, el fruto de su nostalgia cuando estuvo en Miami, donde es materialmente imposible comer una tortilla de patatas como dios manda.

No es la primera vez, ni será la última, en que alguien lo intenta. Unas veces con nombre y apellidos; otras desde el anonimato. En una época indeterminada entre el franquismo y la transición, se cantaban en los patios de los colegios varias versiones. Esta fue una de las más exitosas:

Franco, Franco, que tiene el culo blanco,
porque su mujer lo lava con Ariel.
La reina Sofia lo lava con lejía
y  por eso el rey se siente así de bien

En vida del Caudillo, entonar estrofas similares cerca de un agente camuflado de la Brigada Político-Social podía conducirte al TOP. Para los más jóvenes, explicaré que no me refiero a la parte alta de Los 40 principales, sino al Tribunal de Orden Público.

Actualmente la cosa se ha relajado. El blanqueamiento anal es una práctica puesta de moda por gente de la jetset y no implica el uso de detergentes. Se aplica rayo láser a la zona en cuestión por un precio en torno a los 100 euros,  con duración de entre una y cinco sesiones.

Décadas antes había triunfado otra versión que puede calificarse de surrealista. Seguramente tiene un trasfondo reivindicativo, pero no es fácil pillarlo. El caso es que se adaptaba como un guante a los acordes del himno.

Ero, ero, mi padre es zapatero,
catapún, chinchín, tu padre es albañil.
Eres un bruto, cernícalo, animal,
que dentro de poco vas a reventar

Si tuviera que poner un serio reparo a la letra de quien fuera voz solista del grupo Olé, olé, sería su blandura, la ausencia de hemoglobina. La Marseillaise y Els Segadors son ejemplos de  canciones nacionales con solera que ahondan en la temática gore. Traduzco dos estrofas, aunque se pierda la rima, para quienes no hayan gozado de inmersión lingüística en francés o catalán:


¡A las armas, ciudadanos 
¡Formad vuestros batallones! 
¡Marchemos, marchemos! 
¡Que una sangre impura 
inunde nuestros surcos!
(La Marsellesa)

¡Echad mano de la hoz!
¡Echad mano de la hoz, en defensa de la tierra!
¡Echad mano de la hoz!
¡Llegó la hora, segadores!
¡Hora es ya de estar alerta,
y para el próximo junio
de templar las herramientas!
(Los Segadores)

Y es que, admirada Marta, Patria, Bandera, Himno (con mayúsculas, faltaría más) deben alentar al exterminio del adversario de la manera más atroz posible.